Encendamos la resiliencia

Cuenta el mito que Eros, travieso y desinhibido, quiso seducir a Artemisa, la protectora de las ninfas. Para esto, le disparó una flecha, que Artemisa eludió pero se clavó en Ninfea, una de sus protegidas. Ninfea, conociendo que su voto de castidad no sería posible de sostener, decidió suicidarse, ahogándose en el río, para mantenerse pura. Eros intenta hacer que Ninfea no se suicide pero aparece Tanatos y lo impide, logrando que Ninfea provoque su muerte. En realidad la historia no termina aquí, pues Artemisa convierte el cuerpo inerte en una flor flotante que vivirá pura por siempre.

El mito de Eros y Tánatos fue retomado por Freud para explicar dos instintos básicos que actúan en el ser humano. Eros, dios de la vida, la reproducción y la vinculación. Tánatos, dios de la muerte no violenta, la desintegración y la desconexión. Cada ser vivo es convocado simultáneamente por estas dos pulsiones, tironeado en estas dos direcciones opuestas de manera inconsciente, buscando su conservación o su aniquilación. …

Cuando nuestra realidad se vuelve difícil, nuestras energías se agotan y perdemos el propósito, tenemos que convocar a nuestro Eros. Él nos permitirá reconectar con nuestra humanidad, pudiendo expresar lo que sentimos. Relacionarnos con quienes serán nuestros “tutores de resiliencia”. Estas personas nos ayudarán a identificar la autoexigencia, liberarnos de ella y amigarnos con es@s “niñ@s internas” para poder jugar, explorar y crear. Estas son algunas de las claves para salir fortalecidas del incendio.

Encendamos la resiliencia. Que es impulso primordial y tracciona hacia la vinculación. Qué es Eros intentando sacar a Ninfea del agua, Artemisa convirtiéndola en flor. Que es volver a nuestra naturaleza humana, y nos recuerda que somos seres en busca de nuestro sentido en reinvención permanente.

Nota publicada en la revista Ohlalá de diciembre de 2020